domingo, 12 de junio de 2011

DE CRISTÓBAL COLÓN A HUGO CHÁVEZ FRÍAS: MENSAJE AL CANCILLER MADURO

-Por: Gerónimo Pérez Rescaniere
Cuando Servando García Ponce me pidió que escribiera sobre la reciente visita a Venezuela del delegado de la ONU para el problema de la Guayana Esequiba me alarmé. No sabía que había estado entre nosotros tal delegado y la noticia no es buena porque las siglas ONU no significan lo que hace un año o diez, hoy significan el avance brutal, descarado, del imperialismo conquistador, un avance como jamás lo hubo tal vez en los últimos cien años, más intenso tal vez que el de las invasiones a Irak y que tiene futuro, a menos que reciba un parao. El significado de la intervención en Libia no es, afortunadamente, inadvertido por el chavismo. Hemos abierto los ojos, se dice “Eso viene para acá”. Y ello es una factibilidad. Su plazo de ejecución dependerá de cuadraturas de potencias. Acotemos de paso que, si examinamos el artículo de la Red Voltaire sobre el punto (que conozco gracias a Luis Britto García y Gilberto Merchán) toparemos la causa de que Rusia y China voltearan a mirar a la pared cuando en la ONU se decidió eso. Son causas atinentes a la estructura profunda del mundo, económica y de endeudamiento internacional.
No me extrañaría que debajo de una civilizada visita diplomática del hombre de la ONU se esconda un ultimátum más o menos disfrazado. El guión ya lo conocemos: unos oposicionistas queman unos edificios, el gobierno los reprime, la ONU interviene “en defensa de los derechos humanos”. Si el gobierno no reprime, ellos mismos matan su gente, como pasó aquí el 11 de abril de 2002.

¿Qué es (de verdad) la Guayana esequiba?
Guayana Esequiba es más importante de lo que la gente cree, y no es sólo unos bosques y unos ríos y una gente morena que habla inglés. Guayana Esequiba (y Guyana, el país que la contiene y que sigue siendo inglesa) es en realidad un estado tapón a la unidad de América del sur. Unidad económica, se entiende, industrial, porque de resto la unión se queda en grandes palabras. Una unión continental es en esencia un gran mercado alimentado por grandes industrias y sólo existen grandes industrias en la medida en que vías de navegación excelentes -mar, canales- permiten la circulación eficaz y barata de los productos entre las diversas secciones del gran mercado. Aquí entra en juego la Guyana, porque amaga las bocas del río Orinoco y con ello a la vía de navegación maestra de América del sur, a saber un canal de concatenación de los ríos Orinoco - Casiquiare (caño) - Negro (de Brasil) – Amazonas y Paraguay, hasta su desembocadura en el Río de la Plata. Guyana y su complemento Trinidad, son una base que permite bombardear la boca norte del canal.
Bombardeo es un uso radical, guerrero y virtual de estas bases, el normal es el de amenaza silente: Venezuela y América del sur saben (en sus niveles sofisticados de poder) que si producen ciertos comportamientos podría hacerse imposible la circulación de barcos por el río Orinoco, quedando separado el actual estado Bolívar del resto de Venezuela. ¿Es lo que tiene en mente la brutal ONU de hoy?
Esto no es fantasía paranoica, la Guerra de las Malvinas ilustró la misma disyuntiva en otra variante. Riquísimas en kril, un crustáceo cuya capacidad de ciframiento biológico lo dota para alimentar una buena parte de la humanidad, las Malvinas son desde los tiempos coloniales, una cosa tenida por las potencias entre las más importantes, es un tapón al paso Sur entre el Océano Pacífico y el Atlántico. Hasta la construcción del canal de Panamá fue el único que permitía el cruce. Los países que se hagan enemigos de Inglaterra no pasarán, no podrán en consecuencia industrializarse ni comercializar en grande, ni mover tropas por allí. Tal le sucedió a Alemania, antes, durante y después de las Guerras mundiales. Los que se industrialicen demasiado serán reprimidos. La oportunidad de la guerra de las Malvinas de 1983 ilustró de paso el lado guyanés venezolano de esto. La cronología habla:
Protocolo de Puerto España
a-El 1 de enero de 1969, Valerie Hart, presidenta de la Asociación de Productores de Rupununi, proclama un Estado autónomo que pide su adscripción a Venezuela. Los participantes venezolanos en el episodio y particularmente los cubanos de la CIA Luis Posada Carriles y Orlando García, evidentemente adscritos a la parte antibritánica del poder norteamericano, vocean que si Rafael Caldera, ya electo, recibe el poder, Venezuela perderá la Guayana Esequiba. Raúl Leoni, todavía presidente, propicia el episodio, que finalmente fracasa.
b-El 18 de junio de 1970, Caldera firma en Puerto España, Isla de Trinidad, el Protocolo de Puerto España, por el cual se congela la reclamación venezolana sobre el Esequibo por doce años.
c-Durante 1981 El Diario de Caracas, vinculado a RCTV y a factores de política norteamericana muy derechistas, mueve el tema Guayana Esequiba con tono agitativo.
d- El 14 de junio, Argentina se rindió.
e-El 18 de junio de 1982 fenece el plazo fijado en Puerto España y hete aquí que, por pura casualidad, dos meses antes, el 2 de abril de 1982, los periódicos y los televisores del mundo se llenan con noticias de la toma argentina de las islas Malvinas. ¿Casualidad?
f- El 17 de junio de 1982, previo al del cumplimiento del plazo, la periodista norteamericana Anne Gweyer expresa en El Universal de Caracas su satisfacción por la derrota argentina y escribe que si ésta hubiera ganado los camarógrafos estarían filmando noticieros en Guyana, invadida por Venezuela.

g- El 18 no pasó nada, todo indica que por causa del recientísimo desenlace malvino, por un latir británico equivalente al desplegado en las islas, agazapado tras la “indefensa” Guyana.
Pero ya estaba echada a andar la crisis internacional de los precios del petróleo, el incremento salvaje de los intereses de la deuda venezolana y el cierre de los créditos al país en los mercados internacionales, elementos que, todos actuando a la vez, conducirían el año siguiente al Viernes negro.
Por el tapón guyanés al Orinoco han mantenido una guerra invisible Inglaterra y los Estados Unidos, a partir de la rebelión de Gual y España de 1747. He intentado describirlos en los tomos de mi libro De Cristóbal Colón a Hugo Chávez Frías. La acción de la ONU en Medio Oriente muestra una alianza total entre las dos potencias anglosajonas.

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