domingo, 28 de agosto de 2011

¿HAY CRISIS DE VERDAD EN ESTADOS UNIDOS Y EUROPA?

Por Gerónimo Pérez Rescaniere
Póngase usted en el caso de una familia en crisis económica. Uno de los padres comerá menos, o ambos, o un hijo, o todo el grupo. O se pondrá la casa en hipoteca, O venderán el carro. ¿Cuál va a ser el sacrificio? ¿Será uno o varios? ¿Qué cadencia tendrá? ¿Quién o quienes lo sufrirán? Todo dramaturgo sabe que las obras de teatro se construyen sobre esta mecánica, se plantea un conflicto y echan las cosas a andar. Cada quien juega sus cartas, intenta resbalar el sacrificio a otro, a los otros. Hay chantajes, emocionales, físicos. Fortalezas insospechadas, víctimas. El desenlace siempre es el mismo: la cabuya se rompe por el punto más delgado pero quizá descubramos que el que parecía más fuerte era más delgado, caso en el cual hubo final optimista, o sucede lo contrario, que lo que es del cura va para la iglesia, final fatalista.
El teatro imita a la vida, también la guerra, también la economía. Pero hay una diferencia, la economía es lo más mentalizado. Hay miles de computadoras calculando cada posibilidad. No hay inocencia, miles están tirando paradas y el chantaje es la ley. Por eso no me creo que los problemas de Estados Unidos y Europa muestren propiamente una crisis del capitalismo mundial, no veo manifestaciones de banqueros indignados. Al menos en la televisión que tengo frente a la cama no aparecen y mi fantasía me dice que los que pueden retirar capitales de las economías los están retirando hasta que se cumplan sus exigencias, vale decir hasta que les den nuevo billete, vale decir chantaje. La ocasión hace al ladrón, dice el dicho y las computadoras las detectan. Esta es una crisis, si no perfectamente calculada, al menos infinita y actualizadamente calculada.
La Cabuya se rompe por el lado más delgado y mi percepción es que mientras los Estados, vale decir los pueblos, no se “bajen”, no desaparecerán de la sección de internacionales de los noticieros de televisión, los índices Nasdaq y los otros con la flechita roja y apuntando hacia abajo y los locutores hablando de la crisis europea, o la cesación de pagos norteamericana sobre videos de incendios, de policías rompiendo puertas, de indignados apaleados por la policía.
Imaginemos una escena de teatro o cine: un economista Premio Nóbel informa a los banqueros y dueños de empresas, reunidos en mesa de directiva:
-Todos sabemos que lo que es bueno para la General Motors es bueno para los Estados Unidos. Y todos sabemos que lo que es malo para la General Motors es malo para los Estados Unidos. Hasta George W. Bush lo sabe (aquí alguna risa de suficiencia retenida) En consecuencia, es llegado el momento de ganar mucho dinero. ¿Cómo? Vamos a sacar dinero de aquí, esconder por allá, (aquí detalles) para llevar esta corporación a la quiebra. Ante el amago de que la economía mundial se venga abajo, tendrán que emitir salvamento”.
Y vino el salvamento. Antes hubo mucho noticiero alarmado de televisión y cosas así pero al final Bush (no creo que haciéndose mucha violencia) sacó 200.000 millones de dólares del tesoro público y se los entregó a la General Motors, Lehman Brothers, etc. Luego Obama entregó otra parte. ¿Quién ganó? ¿Quien pagó?
Eso sucedió hace dos años. ¿Qué pasó con la amenaza de cesación de pagos de los Estados Unidos de principios de agosto 2011? Terminó con que se recortan los gastos sociales del gobierno norteamericano y los ricos no pagan impuestos.
En el pasado, entrompes económicos de este tipo producían guerras mundiales. O sea, se agarraban entre grandotes, Alemania contra el mundo liberal, ahora es todos contra Libia.
Es fácil que preparen algo contra Venezuela. Lo que pasa es que las guerras cuestan dinero y no habiéndolo en el estado norteamericano se hacen con los reales de los países a invadir. Para muestra, Libia. La de Venezuela tendrá problemas porque Chávez se trajo el oro para acá y puso el otro en manos que, se supone, no lo entregarán. Se supone, entregaron al país de Khadaffi a la OTAN. En todo caso, aquellos conspiradores parecen no haber contado con la veloz astucia del hombre de Sabaneta.
Macroeconomistas geniales como Inmanuel Walesstein afirman que la actual crisis prepara una definitiva, que el dólar está irreparablemente golpeado, Theotonio dos Santos piensa igual. Y en verdad, las cosas dan el aspecto de “Crisis final del capitalismo” o de al menos grave deterioro del capitalismo. No es absurdo, la avaricia rompe el saco y al mejor cazador se le va la liebre pero mantengo mi lectura de que en toda debacle, unos pagarán y otros pasarán por Go y cobrarán doscientos.
Dos Santos recomienda una fórmula de salvación de Europa mediante su adhesión a Rusia, China y La India, que recuerda las alarmadas denuncias de la secta Larouche acerca de planes de “Desacoplamiento europeo” en los años ochenta, manera de solución de la crisis de entonces que seguramente existió como plan pero no sucedió sino en su lugar la caída del comunismo. Esto trae a la mente algunas ideas en concatenación: esto supone la destrucción de la OTAN, la OTAN está destruyendo a Libia…pero Rusia y China, triunfadoras en ese Desacoplamiento europeo apoyan (hechas las locas, pero no ejercieron el veto que pudo impedirlo) esa destrucción. ¿Cuáles es el juego ¿Qué harán en Siria?

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